Introducción

Introducción


"Me gustaría examinar la mutación, no para explicar su origen (esto está fuera de mi alcance), sino para conseguir, aunque sea desde lejos, dibujarla."
Alessandro Baricco


Corría el año 2007. Algunos pocos dábamos los primeros pasos en Facebook con publicaciones esporádicas y una red de contactos que no superaba la veintena de “amigos”. Probábamos, a tientas, sin entender muy bien de qué se trataba el juego. Una actualización de estado, un par de fotos con los compañeros del colegio secundario, y no mucho más.
Mientras tanto, a nuestras casillas de correo llegaban invitaciones de MySpace, Hi5, Friendfeed, y otras redes. Aceptábamos las solicitudes de amistad y nos sumábamos a cuanta red había. La cuestión era probar y tratar de comprender de qué se trataban estos nuevos espacios. Muy poco se hablaba de Twitter por estas latitudes. Foursquare no cabía en nuestra imaginación. Y para muchos de nosotros la incipiente vida social online se reducía al e-mail, los blogs y los chat del Messenger.

Corrió mucha agua bajo el puente. De ese momento a esta parte, muchas de esas redes sociales desaparecieron, florecieron otras nuevas, y algunas quedaron en el olvido. Sin embargo, Facebook, la red social que Mark Zuckerberg and Co. habían imaginado para socializar con  compañeros de la Universidad de Harvard, creció hasta superar el billón de usuarios, convirtiéndose así  en el sitio con más usuarios en la historia de Internet.

Nosotros, los usuarios, expandimos gran parte de nuestra vida social a la red. Se multiplicaron los “amigos”, las publicaciones, y el tiempo que estamos en línea. Surgieron nuevos modos de comunicarnos y de establecer vínculos con nuestros pares y colegas, y también, con políticos, marcas, medios de comunicación, instituciones y artistas.

Facebook fue mutando y nosotros también cambiamos con él. ¿Qué implicancia tienen estas conversaciones para los estudios de comunicación y cultura? Sin duda, Facebook es un objeto de análisis más que interesante, si tenemos en cuenta que más del 10% de la población mundial está participando de este intercambio en red y  ha recreado parte de su vida social a través de Facebook.

Los metadiscursos que circulan sobre Facebook también se modificaron durante estos años, pasando del rechazo inicial, por la aceptación cautelosa, y también la fascinación.  Por un lado, hay quienes ven en las redes sociales y en Facebook en particular, un espacio narcisista que propicia el entretenimiento banal y la exposición de las vidas privadas: las relaciones, las actividades y los gustos, para provecho de empresas, gobiernos y organismos de control. También Facebook ha sido considerado una versión siglo XXI del panóptico foucaultiano donde la sociedad del espectáculo prima sobre otros valores como la privacidad y la espiritualidad. Desde las antípodas, Facebook puede ser pensado como una panacea del compartir, un espacio libre de ataduras para desarrollar nuevos vínculos personales, que puede complementar o suplir otros espacios de socialización. Ni tanto, ni tan poco.

Hay otro discurso que circula por la red - y que en ocasiones linda con la fascinación- que se detiene en el dato estadístico y en el último lanzamiento de la plataforma. Un discurso informativo, en el que abundan las infografías y visualizaciones que comparan cantidades de usuarios,  tiempos dedicados en la red, rankings de páginas de fans (“Like Pages”) y aplicaciones. Informaciones que resultan muy útiles para dar cuenta del crecimiento y evolución de Facebook, de sus usuarios y de redes similares,  pero que no nos sirven para pensar más allá de Facebook.

En este libro, trataremos de distanciarnos de esas lecturas, para leer a Facebook en el entramado de cambios culturales que están cristalizando en este nuevo milenio.
¿Cómo pensar a Facebook en la cultura contemporánea? ¿Qué lugar ocupa en el ecosistema mediático? ¿Qué nos puede decir sobre las nuevas formas de comunicar de la cultura digital? ¿Qué prácticas que se dan en su seno formarán parte de las nuevas generaciones de medios de comunicación? ¿Estará Facebook siendo un síntoma de un cambio cultural más amplio?
Intentaremos vislumbrar el bosque que hoy nos esconde el árbol de Mark Zuckerberg. Como dice Alessandro Baricco, “vemos los saqueos pero no conseguimos ver la invasión”#.

Lejos de pararnos en un lugar de fascinación integrada, o en un espacio de rechazo per se  a lo nuevo nos ocuparemos de analizar cuáles son las formas de comunicarse de los usuarios en Facebook, focalizándonos en las dimensiones de la oralidad y la escritura que se ponen en juego.
Al analizar Facebook vemos que están cambiando las formas de participar y comunicar en Internet, lo cual transforma el salto cuantitativo que implica la masividad de la red, en un salto cualitativo. Los usuarios están siendo entrenados en el desarrollo de nuevas habilidades digitales y niveles más complejos de participación.

Por otra parte, Facebook se naturalizó. Los usuarios simplemente “están” en Facebook y cada vez pasan más tiempo allí. Así como Google en un momento de su evolución fue incorporado por los usuarios como parte de la vida cotidiana, pareciera que Facebook ha venido a ocupar ese lugar para una amplia mayoría de los internautas.

¿Qué hizo Facebook que no hicieron otras redes que se perdieron en el camino? ¿Cuál es el recorrido que transitó para transformarse de una red social para unos pocos estudiantes al Facebook que conocemos hoy? ¿Cómo pensar a Facebook bajo las categorías de lo virtual y  lo analógico?
¿Cómo es ese conglomerado de herramientas, audiencias y prácticas? ¿Qué “nuevas” formas de comunicarse promueve la plataforma? ¿Son realmente “nuevas”? Si hiciéramos un recorrido por la historia de los medios y formas de comunicación, ¿cuáles podríamos rastrear en Facebook?
Estos son algunos de los interrogantes que guían nuestro trabajo, y a los que intentamos dar algunas respuestas.

La propuesta

El lector no encontrará aquí una guía que le enseñe cómo usar Facebook para tal o cual propósito, o cuáles son los beneficios de la plataforma. Por el contrario, se trata de un libro que intenta comprender las prácticas que tienen lugar en la red, desde un punto de vista comunicacional, siempre con la intención de complejizar la mirada sobre Facebook y de comprender algo de lo que tiene para decirnos sobre la cultura digital contemporánea.

Nos focalizamos en revisar las prácticas que recupera Facebook de otras redes sociales y plataformas de publicación personal que estaban presentes en Internet en el momento de su surgimiento. De este modo, iniciamos el camino para buscar la especificidad de las formas de comunicación presentes en Facebook, cuya arquitectura de la participación posibilita y restringe determinadas prácticas de los usuarios y no otras.

Roger Fidler, Lev Manovich y Carlos Scolari, entre otros, fueron nuestros guías teóricos y conceptuales para pensar a Facebook como medio digital y analizar las formas de comunicación que tienen lugar en su seno. Las formulaciones de Walter Ong fueron especialmente iluminadoras para ensayar preguntas y posibles respuestas sobre las prácticas comunicacionales que tienen lugar en la red, en el marco de un proceso de recuperación de rasgos de la cultura oral previa al surgimiento de la escritura.
Los pensamientos de Marshall McLuhan y Alessandro Baricco nos inspiraron para ver más allá de las fronteras de Facebook, y ensayar algunas hipótesis acerca de su rol en la cultura contemporánea.

El libro

El libro consta de 5 partes. La primera está centrada en la naturaleza mutante de Facebook y se ocupa de mostrar cómo evolucionó la plataforma desde sus inicios como una red social  para unos pocos estudiantes universitarios, hasta convertirse en un medio digital que integra herramientas, audiencias y prácticas web que la precedieron. Cuáles fueron las tensiones que acumuló la red en este camino que recorre su pasado y presente.

La segunda parte, está dedicada a reconstruir el camino por el cual Facebook se integró al proceso de transformación de la web y los medios digitales, popularmente conocido como Web 2.0. Qué elementos y características recuperó, adoptó y transformó, de las redes sociales, de los blogs y otros espacios de conversación que estaban presentes en Internet.  

La tercera parte intenta responder a la pregunta por la especificidad de las formas de comunicación presentes en Facebook. ¿Qué estrategias comunicacionales allanaron el camino para que en Facebook puedan participar públicos tan variados y con diferencias generacionales y cognitivas tan importantes? Revisamos la propuesta de Facebook como medio y entorno de interacción, poniendo especial antención en su interfaz,  y  la arquitectura de la participación, y buscamos delinear qué prácticas comunicacionales posibilita y cuáles restringe. ¿Sobre qué metáforas de participación y conexión se asienta Facebook para poder hacer participar de esta inmersión al 10% de la población del mundo?

El cuarto capítulo está dedicado a pensar a Facebook en un esquema de evolución de los medios de comunicación más amplio. Buscamos vínculos entre las formas de comunicación en Facebook y prácticas que se han dado en otras etapas de la historia, desde las culturas orales primarias hasta la imprenta y los medios masivos de comunicación. ¿Cuál es la concepción del espacio y del tiempo que se asienta sobre Facebook? ¿Qué formas de comunicación previas a la imprenta recupera Facebook? Trabajamos en especial las formas de comunicación más próximas a las culturas orales, donde se revaloriza lo subjetivo-identitario, lo gestual, lo corporal, y se debilitan los valores paradigmáticos de la Era Gutenberg como la objetividad de la escritura, la distancia de la publicación, la neutralidad, inmutabilidad y la permanencia de lo impreso.

La quinta y última parte está destinada a imaginar escenarios posibles, arriesgándonos a pensar cuáles son los nuevos interrogantes que abre Facebook. ¿Qué grado de influencia puede tener en el ecosistema mediático actual y futuro? ¿Cuál será su rol en la producción y distribución de contenidos? ¿Hasta dónde llegará? ¿Cómo se redefinirá el papel de los usuarios de la red con los nuevos desarrollos de la plataforma? ¿Cómo evolucionará la relación entre Facebook y los movimientos sociales? ¿Cómo podría ser su vínculo con los gobiernos? ¿De qué manera los nuevos espacios pedagógicos construidos en la plataforma, podrían desafiar a las relaciones educativas tradicionales? ¿Cómo seguirá evolucionando Facebook? ¿En qué dirección? Finalmente: ¿Y si mañana no hay Facebook?

El libro tiene su origen en nuestra tesina de grado, que constituye a la vez el producto del trabajo que venimos realizando en la cátedra de Introducción a la informática, la telemática y el procesamiento de datos, bajo la titularidad de Alejandro Piscitelli en la Universidad de Buenos Aires, en el marco de la cual realizamos el Proyecto Facebook (www.proyectofacebook.com.ar). También, está embuido de charlas y reflexiones que tenemos a diario con amigos y colegas que usan la red.
Esperamos sumar nuestro aporte al campo de estudio de los medios digitales y abrir líneas de investigación sobre las prácticas de comunicación y producción de conocimiento de las próximas décadas.

Clara Ciuffoli y Guadalupe López, Febrero de 2012.

2 comentarios:

  1. muy buena la introducción, parece un enfoque holístico de la cuestión. Suerte. Martín GOMEZ

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  2. Gracias Martín. ¿Pudiste leer el libro? Saludos y buen 2014.

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